No hagas preguntas, ni sonrías
ni distraigas mi sufrimiento,
quédate ahí y acompáñeme
con amable silencio...
Porque en noches como esta
el alma se parte en pedazos
y el peso del mundo descansa
en las puntas de mis manos pequeñas
Que no hay sustento de la emoción
que no hay desgarre más grande
que los huesos y la columna vertebral
se doblan hasta el dolor de la fractura.
Ay digo
ay grito
ay
solo tu silencio
me llena
solo el silencio amigo
me reconforta..
lunes, 22 de diciembre de 2014
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