jueves, 24 de julio de 2014

Los cielos de Israel y las calles de Gaza


Estoy enojado
conmigo mismo
la impotencia
me tiene asfixiado.

De un lado dicen: dios está en mis balas
y del otro también lo proclaman.

Y los niños lloran,
las mujeres se desgarran,
los hombres quieren arrancarse los ojos.

No hay nadie que tome
esa guerra de la punta
y la pare:

Aquellos que venden armas
están sentados en oro maldito.

Los de la ciencia investigan
como matar mejor.

Los ingenieros por dinero
siguen inventando armas.

Los políticos tienen
miedo de perder sus puestos.

Los del dinero
piensan en como proteger
sus centavos.

Mientras tormentas de misiles
caen sobre los habitantes de Israel
y las calles de vida Gaza
se llenan de sangre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario