Que extrañas son las personas,
cuando ella me dijo:
que la habían tratado de violar
a los quince años.
Por fin entendí sus acciones,
sus majaderías, sus loqueras,
las noches sin abrazos
y la furia inexplicable
que a cada tanto golpeaba.
Y la pregunta:
qué culpa tengo yo,
no se lo dije
cuando vi sus ojos llorosos....
jueves, 23 de enero de 2014
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